¿Quién no ha hecho cara a los productos fermentados a base de leche? Es muy común evitar consumirlos dado su sabor u olor, inclusive las personas que son intolerantes a la lactosa prefieren pasar de estos, pero uno de los productos favoritos de muchos esta procesado de esta manera, claro que hablamos del yogurt.
De camino al trabajo, como colación, postre o para acompañar nuestro desayuno; el yogurt es ese producto que puede ser ingerido a cualquier hora del día. Gracias a su suavidad y textura nos produce una sensación agradable al consumirlo, pero muchos no saben los beneficios que puede aportar dos porciones al día.
Cada 21 de octubre se celebra el día nacional del yogurt. Cada vez son más los nutriólogos que recomiendan equilibrar nuestra dieta con este producto, pese a ser de origen lácteo no tiene el mismo proceso, dado que por su fermentación y bacterias, se vuelve más ligero y ayuda a reforzar nuestro intestino.
¿Buenos y malos?
Fernanda Zuccolotte Castellanos es la encargada de Asuntos Científicos de Salud y Nutrición en Danone México, nos explicó que no debe existir ese tabú de “alimentos o bebidas buenas y malas”, sino que son patrones de alimentación y hábitos de cada persona los que definen su salud.
“Es importante aprender a comer de todos los grupos de alimentos en cantidad, calidad y combinación correcta. Se trata de entender en qué momento es correcto consumir cada alimento”.
Asimismo, explicó que el yoghurt, al ser un alimento muy versátil, se puede adaptar a cualquier estilo de vida y de cada edad. Así como se puede integrar a cualquier receta ya sea dulce o salada y sin importar la hora del día.
Consumo para la salud
La Academia Nacional de Medicina de México recomienda consumir dos porciones diarias de lácteos, en cualquiera de sus presentaciones, es decir, un aproximado de una taza. El consumo diario y regulado del yoghurt puede aportar diversos beneficios para la salud como el prevenir la obesidad, diabetes o hipertensión.
Una de las dudas que siempre han surgido en torno a los productos lácteos es el lema de “procesado”, dado que existe el estigma de que es dañino y no se debe consumir al no ser “natural”. Fernanda Zuccolotto menciona que “lo procesado no debe ser negativo ni positivo, pues cualquier alimento al pasar a otra forma deja sus propiedades originales, a esto se le considera un proceso”.
A esto mismo señala que el yoghurt está procesado, porque pasó por científicos de alimentos para fermentarlo y darle las propiedades y beneficios que tiene una vez terminado, pero no quiere decir que ya dejó de ser natural, simplemente cambió su composición, pero sigue teniendo todos los beneficios, “pasa de una forma A a una B”.
Búlgaros vs. yogurt
Alguna vez llegamos a escuchar o ver que entre personas se “regalaban” pequeñas bolitas blancas para hacer yoghurt “natural”, inclusive quien haya probado estos sabe el sabor ácido que tiene. Los búlgaros son bacterias buenas que, al sumergirlas en leche, forman una especie de producto espeso y de sabor fuerte, pero es necesario resaltar que no se trata de un yoghurt, sino de leche fermentada casera.
Para que sea considerado algo como yoghurt es importante que cumpla con una norma establecida por alguna asociación reguladora de alimentos. Las empresas que fabrican el yoghurt deben tomar en cuenta qué bacterias serán parte del proceso y en qué cantidad.
En ambos casos está bien su consumo, pues ayudan a mejorar la digestión y cubrir nuestra flora intestinal, así como el consumo constante puede ayudar a que las personas que sufren de estreñimiento o que son intolerantes a la lactosa logren procesar la lactosa en su estómago.
Balancear y mejorar nuestros hábitos
Fernanda Zuccolotto menciona que, más allá de consumir yoghurt y mejorar nuestros hábitos es importante el consumir frutas y verduras todos los días “entre más color a la alimentación habrá mayores vitaminas y nutrientes para mejorar el sistema inmune”.
También el mantenerse hidratado es vital para nuestra vida, no puede rendir nuestro cuerpo si no se bebe agua. Lo recomendable es tomar ocho vasos de agua al día. “No se trata de tomarla en un rato, sino de balancear y hacerlo durante el día para acostumbrar a nuestro a que se mantenga hidratado”, acotó Fernanda.
Algunas personas no están acostumbradas a beber agua y, con ello a cumplir con el consumo establecido, pero Fernanda menciona que existen bebidas que pueden ayudar a que las personas logren integrar el agua a su dieta diaria. Así como agregar extracto de fruta, algunos hielos o jugo de cítricos para darle un “sabor distinto”.
Por último el mantenerse activo o realizar alguna actividad que permita moverse es indispensable para tener buena salud. “Podemos hacer la actividad que mejor nos guste o se acople a nuestro estilo de vida, no todo es salir a correr o nadar, cualquier ejercicio es bueno y a cualquier hora, lo importante es moverse y mejorar nuestra salud”.
Como sabemos, el yoghurt es un alimento conveniente para todos, además de que es una buena alternativa para mantener una dieta equilibrada y sana, especialmente en el caso de los intolerantes a la lactosa o al ritmo y estilo de vida que tiene cada persona.
No importa si lo consumes durante el desayuno, alguna colación durante el día o hasta en la cena, este producto lácteo es muy bueno para prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorar nuestro sistema digestivo. El yoghurt puede ser ese amigo que te acompaña durante una larga jornada de trabajo o para esas reuniones vía Zoom que son muy cansadas.
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El Universal
21/10/2021
https://www.eluniversal.com.mx/menu/esto-es-lo-que-sucede-en-tu-cuerpo-si-consumes-diario-yogurt