Danone ofrece más de 20,000 empleos directos e indirectos en México y su planta de yoghurt en Irapuato es 14 veces más grande que el mayor complejo industrial del Grupo en Europa. Por ello, era primordial mantener a sus empleados seguros y la operación de la compañía en movimiento en el país durante la pandemia.
Silvia Dávila, presidenta regional para Latinoamérica de la empresa, dice que “Danone escuchó las nuevas necesidades que dejó la pandemia en los consumidores, por eso adaptamos las presentaciones de nuestro portafolio”.
¿Cómo se ajustó Danone a los cambios que trajo la pandemia?
Tenemos la ventaja de ser un sector primordial que nos permitió seguir operando al inicio de la pandemia, la pregunta más importante fue cómo le hacemos.
Rápidamente empezamos a tener conversaciones de emergencia con todo el grupo a nivel mundial, lo más importante era mantener a nuestros danoners seguros y mantener la operación de la compañía.
En México tenemos a 6,000 empleados en la división de lácteos, pero también tenemos un gran número de trabajadores externos, cuando sumamos los tres negocios, los dos de aguas y el de dips para acompañar frutas y verduras, son más de 20,000 colaboradores, cuando vemos ese número de personas, su seguridad y sus familias son lo más importante.
También nos dimos cuenta que los hábitos del consumidor cambiaron durante la pandemia y nos dimos a la tarea de renovar parte de las presentaciones de nuestro portafolio.
Imagínate, de repente un día ya no habían desayunos de camino ni lonchera, muchos de nuestros productos son los bebibles de Danone, como Danup y Activia, que se consumían durante el trayecto a la oficina y la universidad. Los niños dejan de ir a la escuela y dejaron fuera de la lonchera la marca Danonino, así que nos adaptamos.
Ha sido un proceso que no ha parado, de estar escuchando las nuevas necesidades del consumidor y adaptar nuestro portafolio.
¿Cómo ayuda Danone a que la población mantenga una sana alimentación?
Tenemos una misión muy clara como compañía a la que llamamos One planet, One Health, donde la visión de Danone siempre ha sido dar alimentos saludables al mayor número de personas posible. Nuestro portafolio está diseñado para esto. Tenemos que jugar mucho con ser antojable y al mismo tiempo saludable.
¿Qué ofrece Danone en materia de Responsabilidad Social y qué lecciones podríamos aprender de ustedes?
La responsabilidad social está muy cerca del corazón de la compañía. Tenemos lo que llamamos el doble propósito, pues es importante lo qué hacemos y cómo lo hacemos.
Este doble propósito está alrededor del crecimiento sostenible, pero también es social. Por darte unos ejemplos, en Danone tenemos el programa Margarita, en el cual llevamos 10 años trabajando con 500 proveedores de leche, es un trabajo muy grande, donde están involucradas no solo personas, sino asociaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, los gobiernos de los estados y trabajamos con universidades para enseñar a los productores cómo alimentar a sus vacas. Entonces es todo un ecosistema.
Danone ayuda a que ellos sean independientes. También trabajamos de la mano con ECOCE para la doble vida de los plásticos. Una de las misiones de Danone es buscar el certificado Bcorp para asegurarnos que los estándares que estamos utilizando sean sostenibles con el tiempo y te ayuda a que no te relajes en tus estándares.
Estamos en ese proceso, acabamos de obtener la certificación en Brasil, ya la teníamos en Argentina en el negocio de aguas y estamos en el proceso de certificación en México.
¿Cuáles han sido los mayores retos en Grupo Danone para tener a más mujeres en alta dirección?
Trabajo con muchas mujeres muy talentosas. Hago mucha mentoría en grupo porque el desarrollo no es un trabajo de una sola persona, no es que seamos superwomen, aprendemos más en los grupos de apoyo.
Mi mayor reto es que se vean en un rol más grande y que no vivan con el síndrome del impostor. A nivel base sí hemos hecho muchos cambios de descripción de puestos, hay lugares donde siempre contratábamos hombres. Rompimos paradigmas a nivel operativo y vamos por un buen camino.