Danone se compromete a garantizar que la comunicación en su publicidad sea legal, decente, honesta y veraz, con afirmaciones que tengan una base científica sólida. Más particularmente:
• Proporcionamos los datos nutricionales que permiten tomar decisiones dietéticas informadas a consumidores y profesionales.
• Hacemos especial énfasis en información práctica y amigable para ayudar a los consumidores a confeccionar dietas saludables para ellos y sus familias.
• Nos aseguramos que nuestra información de beneficios de producto sea confiable y que pueda ser entendida en el lenguaje del consumidor.
Trabajando a través de los organismos de comercio de nuestra industria, como la Federación Mundial de Publicistas y la Cámara de Comercio Internacional (ICC), apoyando el desarrollo de principios generales en esta área y su integración en códigos y sistemas de autorregulación de publicidad en todo el mundo.
Nuestros Principios Globales
Danone se compromete, ante todo y principalmente, a fomentar los productos saludables en la asignación de sus gastos de publicidad.
El 90%[1] de los volúmenes de ventas de Danone se encuentra en categorías saludables, la gran mayoría de nuestros gastos de publicidad son en productos saludables. Además, gracias a nuestros Compromisos Nutricionales, esperamos que nuestro gasto de publicidad en productos y alternativas más saludables aumente a en los próximos años, a nivel mundial.
Sumamente conscientes de la prevalencia de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta y el estilo de vida, nuestra política y principio es evitar cualquier tipo de mensaje que pueda alentar el consumo excesivo de cualquiera de nuestros productos o la búsqueda de estilos de vida poco saludables. Nos comprometemos a presentar productos en el contexto de una dieta equilibrada.
Tampoco utilizamos actores ‘talla cero’ en nuestra publicidad para asegurarnos de no promover la delgadez ‘no saludable’. Danone también se compromete a promover la diversidad en su publicidad.
[1] Cifras de 2019. Se ha aplicado un factor de conversión para aquellos productos que no se consumen directamente, sino que tienen que ser “reconstituidos”, por ejemplo leche en polvo a la que hay que agregar agua, etc.